El otro día hice un podcast en el que hablaba de la vida con un perro. Lo mismo me da con perro, que con gatos, que con hurones, que con conejos.
Puedes escucharlo en aquí: EPISODIO 28
No entro en si vivir con perros es fantástico o no, que lo es, si no en cómo fotografiamos nuesta vida con perros. Si tuviera que escoger una reflexión de todo el podcast, creo que mi favorita sería la de: «No te centres en el retrato».
Casi todo lo que hacemos sin darnos cuenta son retratos. Esas fotos donde se ve el rostro, ya sea frente a la cámara, o durmiendo… Y sobre todo, fotografiamos al perro. No como el perro está en nuestra vida. El protagonista siempre es el perro.
¿Has visto esas fotos que comparten las mamás con sus pintalabios destrozados? O del desorden de la casa, o de los paseos en bici los domingos…Esa es la vida con niños 🙂 No tienes por qué compartir un retrato de tu hijo siempre para transmitir la activa y enérgica vida que llevas desde que ellos están en tu vida (por ejemplo).
Te planteo esa cuestión ¿Cómo fotografías tu vida con perro? [o el animal con el que convivas].
Esta foto la hice hace unos días. Sucedió un drama que no conté en historias porque me quedó grande. Tenemos nidos en el tejado de la cada, un pájarito echo a volar pero calló en mi patio, con tan mala fortuna que Bowie estaba allí. Yo escuché «ajetreo» y Norte me miró como diciendo «Vamos ¿o qué?». Bajé las escaleras y el pollo moribundo solo asomaba un ala de la boca de Bowie mientras Dexter trataba de formar parte de la juerga.
No podía hacer nada por el pajarito, y Bowie tenía a su presa ¿Qué hacer? Dos gatos una presa no me parecía seguro, así que entré al resto en casa y dejé que Bowie se despachara a gusto con el pollito mientras otros pájaros observaban desde la cubierta del toldo. Ay, que drama, de verdad.
Dexter observó todo el proceso desde la ventana, se coló por la cortina y se sentó a mirar mientras movía el rabo de lado a lado. La escena me pareció curiosa y la fotografié.
Lo importante: Crear fotos que generen CONVERSACIÓN.