Episodio 31

La sesión de fotos perfecta

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¿Qué momentos de la vida con perro
te hacen vibrar?

Para mi una buena sesión de fotos es aquella con la que todos nos vamos a casa con una buena sensación, y además conseguimos fotos bonitas, donde nos reconocemos nosotros y nuestros perros.

Para conseguir esto, hay que pasarlo bien. Y pasarlo bien todos. Una sesión de fotos puede ser extremadamente estresante para tu perro ¿Por qué? Pues porque se encuentra en una situación y en un contexto extraño, donde no le permitimos interactuar con su entorno y donde casi no le prestamos atención al tiempo que le exigimos mucho: postura, atención, estabilidad.

¿Cómo sería la sesión de fotos perfecta? Pues aquella en la que atendemos a estos 4 puntos:

  • Emoción
  • Comunicación del perro
  • Nuestra comunicación
  • Uso de recursos

Vamos a verlo 🙂

Estado emocional

Cómo se encuentra el perro por dentro

Buscamos que las emociones  sean fundamentalmente positivas, por un lado por una cuestión ética, queremos que el perro esté bien, pero también porque la emoción se ve expresada en la imagen, queremos que pase un buen rato, porque es la única forma de que la foto muestre eso.

Una sesión de fotos produce estrés y en muchos casos frustración. Gestionar estos momentos es vital para que el balance sea positivo. 

Piénsalo: Has ofrecido una chuche para que mire a la cámara pero lo has tenido ahí mantenido hasta que se han dado una serie de repeticiones sin haberlo entrenado antes. Ver el premio y no obtenerlo puede causar mucha frustración y derivar en conductas no deseadas y llevarlo a estados emocionales que no son de bienestar. De hecho la demora de la gratificación es una de las técnicas en adiestramiento para trabajar la frustración en perros, aunque los tiempos de esa demora se van subiendo poco a poco, y en esta situación le pedimos al perro un reto para el que muchos no están preparados, presentarle una demora de gratificación de por lo menos un minuto, eso es una pasada.

Si el perro se estresa demasiado, y sufre altibajos durante la sesión, lo va a expresar con conductas de gran magnitud y con mayor frecuencia. Primero es necesario pensar en la salud del perro pero ten en cuenta que además es que va a afectar a las fotos, por lo que no hay razón para no gestionar esa emoción.

La emoción puede tener varias intensidades, y necesitamos ser capaces de regular esa intensidad de la emoción, además de hacerla agradable. En un momento dado podemos querer a un perro tranquilo, pero en otras ocasiones podemos querer a un perro muy activo. Tenemos que ser capaces de estabilizar la emoción del perro, que nos dé lo que necesitamos sin sufrir picos. Es decir, si lo queremos activo vamos a por ello, pero sin subirlo hasta un extremos en el que no lo podemos recuperar. Para ello tenemos que fijarnos en el perro, y siendo él quien se adapte a nosotros y no al revés.

A veces una sesión de fotos con perros es difícil por que estamos pendientes de hacer la foto en ese momento en que la luz está magnífica pero se va muy rápido al tiempo que el perro quizá esté emitiendo conductas que no son las adecuadas. Lo sé. Es difícil.

Para nosotros el tiempo no transcurre de la misma manera ya que somos conocedores de lo que está sucediendo, y sabemos qué esperar. El perro, aunque sea un perro entrenado, tenga permanencia, y ciertas habilidades, no sabe qué esperar de una situación novedosa a la que no le hemos enfrentado nunca, por lo que paútale la sesión en pequeños mini retos para que sepa qué esperar.

Es una buena idea habituar a la cámara. Cuánta mas estructura, mejor para el perro. El perro que sabe qué pasa es más paciente, el perro que sabe cuando empieza y cuando acaba una cosa, es más estable.

Recuerda que activarse no es malo, jugar corriendo por la playa, persiguiendo la pelota, saltando a los el frishbee es genial, podemos intercalar un tipo de fotos de acción con otro tipo de fotos mas pausadas, mas de retrato, lo que tienes que saber es subir de intensidad pero también calmar rápidamente.

La activación es extremadamente fácil y rápida, pero apagar eso no lo es tanto. Además hay perros que si sufren un cierto nivel de estrés, pasen días “raros” después de una sesión de fotos hasta que vuelve a la homeostasis o equilibrio.

Comunicación de perro

¿Hola hay alguien?

Fíjate en lo que dice el perro, ya seas fotógrafo, o su tutor, hay que ver qué nos está diciendo para mantener al perro en un estado emocional saludable.

En muchas ocasiones veo perros emitiendo conductas porque sus tutores no le están respondiendo a sus necesidades. El perro te dice: Necesito 5 minutos. Y tu… ni caso.

Si el perro está incómodo es mala experiencia para él, pero es que además, no vas a conseguir las fotos que quieres. 

Dale libertad. Que pueda entrar y salir, que tenga opción de alejarse, de oler, de interactuar con el entorno.

Se breve: No encadenes secuencias de fotos de mas de 2-3 minutos, libéralo constantemente. 

Permítele distracciones: Si le pides una habilidad, una permanencia y están pasando perros, coches, personas que se acercan por todos lados… se paciente y empático. Permítele que se distraiga, o espera a que la situación esté más calmada.

Reduce su estrés permitiéndole recurperarse de una situación como prefiera, o con tu ayuda aplicando presión o masajes.

Tu comunicación

Lo que emites de forma voluntaria o involuntaria

Cuando te mueves comunicas, cuando hablas comunicas, y cuando no haces ni caso, comunicas. Es importante que el perro se sienta escuchado, apreciado y seguro. Tu manera de hablarle e incluso la posición de tu cuerpo le ayudará a saber que estás ahí para él.

Parece un poco obvio, pero no emitas sonidos que le asusten. Muchas personas para obtener la atención del perro a la cámara lo llaman sin cesar, hacen ruidos con la boca, hacen sonidos disrruptivos pero también lo he visto: emulan sonidos de animales depredadores. ¿Hola?. Déjate de asustar al perro y valora el sentido que tiene que miren a cámara. A mi me encanta cuando NO miran a cámara. Qué obsesión con esto. 

«¿Y la chuche? ¿Dónde está el peluche? ¿Y Bruce?» Son mentiras. Mentiras que le decimos al perro para que haga un movimiento con la cabeza. Pero ni viene el juguete, ni el amigo Bruce y la chuche quizá dentro de 15 minutos. No hagas esto. Sé ágil, inteligente y aprovecha cada momento para que no tengas que estar repitiendo de forma incansable estas cosas que solo hacen que meter ruido y estresan al perro.

Toca al perro cuando quiera que lo toquen. Si está estresado, que lo estará, quizá tu mano sacudiendo la cabeza no aporte nada positivo ¿no? Le rascas la cabeza ¿con qué objetivo? Para que se sienta bien él ¿o tu?

No hables en tono autoritario tutor/a. Puedes pedirle un quieto sin que parezca que se lo ordenas. El entrenamiento amable es un baile entre los dos.

Tutor/a no le hables con exigencia al perro porque estés con un profesional haciéndole fotos. El profesional ya sabe lo que es un perro, no antepongas el quedar bien al bienestar y tu relación con tu perro. Esto es muy común, el perro está inquieto, y la mínima de cambio, el tutor se frustra y se enfada con el perro hablándole cada vez con mayor exigencia porque hace perder el tiempo al profesional. Esto no está bien. Has de pensar en tu perro, el profesional ya sabe lo que tiene que hacer y que se enfrenta.

«¿Qué es eso?» otra de las frases que has de evitar. Pone al perro en estado de alerta. Si, posiblemente te dará la conducta que quieres para la foto, pero también le generes inseguridad. 

La baza de la comunicación es algo que tenemos con nuestros perros y es difícil de conseguir bien. No estropees la confianza del perro por unas fotos. No tiene sentido.

Uso de recursos

Juguetes, comida y cosas varias

La comida cuanto menos, mejor. Estar todo el tiempo dándole premios al perro ni es bueno para el perro, ensucia la asociación de los conceptos, y hace que cambie el foco de atención.

Enseñar todo el tiempo la comida es mala idea, mejor guárdala en el bolsillo y dásela cuando toque.

Los premios tienen distinto valor. Puedes llevar premios normalitos y otros que sean super buenos, para premiar al perro los grandes esfuerzos con algo mucho más apetitoso.

Los juguetes de pito son muy activantes, sufres el riesgo de que el perro pierda la atención y se ponga a otra cosa. Esto es como el recurso de hablarles diciéndole un montón de cosas que le inquietan, activa, (las mentiras) etc.. Yo no usaría pitos todo el tiempo.

Ojo. que tengo un pollo que me ayuda mucho a centrar la atención del perro. Pero el pollo suena 1 sola vez.

Y esto es todo, espero que te haya resultado interesante este post 🙂

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