Los componentes mágicos de las experiencias de la vida

Conócete mejor

Cómo conseguir conectar con las personas a través de nuestras fotos

Cada día que pasamos en la vida, está lleno de experiencias. Ahora estoy sentada en mi sofá, es una experiencia, acabo de salir de la ducha, otra experiencia. El fin de semana pasado estuve contemplando el atardecer en la sierra, una magnífica experiencia.

Y todas estas experiencias son únicas; cortas, largas, simples, complejas, agradables, desagradables. Cuando prestamos atención a las cosas que nos pasan, y disfrutamos de cada experiencia, se queda un momento imborrable en la cabeza.

Imagina esta situación: me preparo un café en un termo, me voy a ver el amanecer a la playa con Norte, hago un poco de Yoga mientras le veo saludar alegre a otras personas y perros, nos quedamos viendo como un grupito hace Kite Surf, y a la vuelta paramos en a comer unos huevos benedictinos antes de volver a casa, a los que le echaron trufa y estaban de escándalo. Imborrable.

Igual que si un día de trabajo te encuentras en el centro, decides parar a tomar un café, y te lo sirven junto a una galleta de canela, y con esa capa de espuma que tanto te gusta. Lo mismo, imborrable.

Es decir, nuestra vida son la suma de todas las experiencias que vivimos. Y nuestras fotos el reflejo de esas experiencias en una imagen.

El reto es hacer que esa imagen represente lo que para ti significó esa vivencia. Que puedas sentir la brisa del mar o el calor del amanecer al ver la foto, o paladear la espuma del café al contemplar esa imagen.

Es por esto que las grandes fotógrafas no son solo personas que entienden cuál es el mejor ángulo, o eligen bien su exposición, sino que observan, ponen atención y captan aquello que puede representar la experiencia como ellas lo están viviendo.

Hace unos días publicaba una encuesta en Instagram para que la gente escogiera de entre las últimas 12 publicaciones, aquella que:

  • Le trasmitían mas emoción
  • Evocara más recuerdos
  • La que les llamase más la atención

No eran palabras aleatorias, estaban muy escogidas, y ahora te explicaré por qué. De momento te dejo aquí las tres fotos más votadas de sus categorías.

Cuando vi los resultados me encantó ver cómo se había resuelto, y aunque evidentemente esto no es más que un dato estadístico, se ve como tres fotos diferentes entre sí responden a los tres valores que miden toda experiencia: Lo que nos hace sentir, lo que nos hace pensar, y lo que nos hace estar en un estado de ánimo.

La que te transmite más emoción

Sonreí al ver que la gran mayoría de personas, escogieron esta foto como la que les transmitía “emoción”. Y es que la emoción se suele confundir mucho con sentimientos, con algo más narrado y con significado. Pero la realidad es que una emoción es una respuesta orgánica involuntaria a un estímulo, que no se puede describir. Todo lo que viene después

La foto del pelo mojado del lomo de Norte con una luz dorada sobre el fondo azul del embalse, es un claro ejemplo de fotos que producen una reacción de este tipo.

Fotos que tras verlas, sientes incluso la sensación de frescor de un perro sacudiéndose el agua a tu lado, y casi puedes escuchar el sonido de los pelos agitándose.

La que evoca más recuerdos

Aunque la foto es de una experiencia mía, no deja de ser universal, y cada persona puede ponerse en un contexto propio.

El atardecer es un fenómeno natural que me encanta, algo que sucederá pase lo que pase en el mundo, en tu vida, y no hay dos iguales. Todos vemos el mismo sol esconderse en el horizonte cada día, y a todos nos trae a la mente momentos que nos ponen en un determinado estado de ánimo.

Todas tenemos historias que contar con un atardecer como escenario, historias reales, o historias que aun no se han hecho realidad. Es una foto que te transporta a un rincón de tu mente.

La que te llama más la atención

No dije “la que más te gusta”. El por qué nos llama la atención más una foto que otra, depende de muchos factores. Hay fotos que te llaman la atención por lo feas que son, porque pasa algo desagradable, porque el color que predomina es tu favorito…

Sin embargo la que más llamaba la atención no fue una foto estética, sino una foto con mucha narrativa. El tercer factor de toda experiencia: lo que nos hace pensar.

En la foto sucede algo, y eso nos hace reflexionar.
Seguramente lo que sabes de perros, de como se comportan entre ellos, tu experiencia personal con tu perro te habrá llevado a pensar muchas cosas:

  • Lo que haría tu perro en esa situación
  • Si pasó algo antes o después de ese momento
  • Aquello que rondaba en la cabeza de esos perros

Contar historias con las fotos y que otras personas se vean reflejadas en ellas, es una de las formas mas potentes de comunicación.

Como decía es algo totalmente estadístico, y muchas personas escogieron fotos que no se relacionaban tan claramente con estos tres factores. No quiere decir que son raras, ni quiere decir que las que votaron por estas opciones son simples.

Lo que quiere decir es que en mis fotos siempre hay un componente de este tipo. Uno, dos o tres.

Si una foto te hace sentir, te pone en un estado de ánimo y te hace pensar, y además está nítido lo que ha de estar nítido, tiene buena luz, y una composición cuidada… pues quizá no estaría aquí, estaría en la agencia Magnum.

Y si cada vez que hacemos fotos aplicásemos una parte de impulso con un parte de pensamiento, nuestras fotos quizá serían menos en cantidad y mucho más en contenido de calidad.

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