¿Sabes qué estoy haciendo ahora mismo? Pues son las 8:00 a.m. del domingo, y te estoy escribiendo desde el sofa de mi casa, con un café a la derecha y a Norte entre mis piernas. Le encanta este rato del día, le cuesta despertarse, me recuerda cuando yo era pequeña, que me levantaba muy pronto porque no quería dormir más, y me iba al sofá a terminar de despertarme poco a poco mientras los demás aun estaban acostados.
La Noe de hace años, estaría ya en la calle haciendo cualquier cosa: yendo a alguna bonita cafetería a desayunar, viendo el amanecer, haciendo una ruta, o de camino a cualquier parte para visitar algún lugar. Es como si siempre necesitase esa constante necesidad de aprovechar el tiempo, de hacer lo máximo, una autoimposición de sorprenderme constantemente como obligación para sentirte viva.
Kalinda Kalo dice «Ponerle tanta expectativa al día a día es mas una falacia que una realidad. Claro que sentir emoción es divertido y debemos procurarlo, pero sentir la paz es de las cosas más hermosas que hay».
Yo no te puedo contar lo feliz que me hace éste momento, con Norte apoyando la barbilla en mi tobillo, respirando suavecito al tiempo que le rasco la panza, bajo el silencio que hay en esta urbanizacion en la que vivo a esta hora del día. Si dejo de tecletear ahora mismo solo se escucha el zumbido de la nevera, la respiración de Norte, y a un perro ladrar muy lejos.
Esto, solo sucede ahora, y me gusta disfrutarlo.
Si tuviera mi cámara ahora mismo (y pudiera moverme, porque Norte me tiene bloqueada :P) las fotos que haría reflejarían esa sensación de quietud de estas horas del día. Por ejemplo, a la taza de cafe a la que le llega solo un poquito de luz de la ventana, la nevera al fondo de la cocina a oscuras, la rendija de luz que entra por la ventana y proyeta la sombra de la ventana en la pared, la silueta de Norte con sus pelos revueltos…
Este tipo de fotos son más experienciales, mas de sensaciones, y muy narrativas. Creo que en lo que respecta a la parte visual, siempre estamos tentados a buscar esa foto que impacte por sí misma: porque es muy estética, porque es luminosa, colorida, porque sucede algo divertido, etc.. pero la fotografia de este tipo que cuenta experiencias, no se ve como una sola, sino como un conjunto.
¿Cómo hacer fotos que emocionen? Bueno, quizá no sea como tu te piensas, porque la verdad es que siempre tendemos a relacionar la fotografía y la emoción con un excesos de sentimentalismo: de ahí las fotos de las protectores cargadas con dramatismo, de ahí que siempre me pidan fotos en las que el vímculo humano perro esté bien presente a través del contacto y los ojos cerrados (aunque sea a la fuerza). Y las emociones, las sensaciones, no siempre tienen que ser tan drásticas o evidentes.
Por ejemplo, a Norte le flipa jugar en la arena de la playa, entierra cosas, las saca, corre, y restriega todos los lados de su cara a lo largo mientas camina con el culo en alto. Puedo enseñar esos momentos de acción, pero también los puedo resumir en una foto como esta:
